Envidié a Bella y Cletis, tan enamorados. A Joe yo lo adoraba, pero siempre le había tenido miedo, siempre estaba intentando complacerle. Ni siquiera creo que él me hubiera querido demasiado. Me sentí desgraciada, no tanto porque le echara de menos, sino por cómo habían fracasado nuestros planes y porque todo parecía culpa mía.