Roxane Gay

¿Cómo dar con el lenguaje necesario para hablar de las desigualdades y las injusticias que afrontan las mujeres, sean grandes o pequeñas?

¿Qué dice de nuestra cultura el hecho de que el deseo de perder peso esté considerado como una característica predeterminada de la condición de ser mujer?

Mi historia no es una historia de éxito. Mi historia es, simplemente, una historia verdadera.

Estoy decidida a ser más que un cuerpo, más que todo lo que mi cuerpo ha soportado, en lo que se ha convertido.

Esto es una autobiografía de mi cuerpo porque, por regla general, las historias de cuerpos como el mío se ignoran, desestiman o ridiculizan.

La gente ve cuerpos como el mío y empieza a conjeturar. Piensan que conocen el porqué de mi cuerpo. No tienen ni idea.

Mientras miraba a mi alrededor, hice lo que tienden a hacer las personas gordas cuando se juntan con otras personas gordas: me medí en relación a su tamaño.

Desearía poder escribir un libro sobre sentirme en paz y amarme plenamente, sin importar mi talla.

Pero cuando la gente emplea la palabra obeso, no está siendo meramente literal. Está ofreciendo una acusación.

Esto es lo que se enseña a la mayoría de las niñas: que tenemos que ser delgadas y pequeñas. Que no debemos ocupar espacio. Que debemos ser vistas pero no escuchadas, y que si somos vistas, debemos agradar a los hombres y resultar aceptables de cara a la so