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Svetlana Alexievich

  • aicirtaPje citiralaprije 2 godine
    —Esa es la primera señal: donde no se ven ni escarabajos ni lombrices, es que allí es alta la radiación.
  • Marlik Mariaudje citiraoprije 2 godine
    La muerte se escondía por todas partes; pero se trataba de algo diferente. Una muerte con una nueva máscara. Con aspecto falso.
  • Marlik Mariaudje citiraoprije 2 godine
    No sé por qué razón no se me quedaron grabados los helicópteros ni los blindados, sino solo esos fusiles. Las armas. Hombres armados en la zona de Chernóbil. ¿A quién podían disparar o contra qué defenderse? ¿De la física? ¿De las invisibles partículas? ¿Ametrallar la tierra contaminada o los árboles?
  • Marlik Mariaudje citiraoprije 2 godine
    Y este escenario bélico… Esta cultura de guerra se desmoronó literalmente ante mis ojos. Ingresamos en un mundo opaco en el que el mal no da explicación alguna, no se pone al descubierto e ignora toda ley.
  • Marlik Mariaudje citiraoprije 2 godine
    Que no comprendo. Y me estoy destruyendo con esta incapacidad de comprender. Porque no reconozco este mundo, un mundo en el que todo ha cambiado. Hasta el mal es distinto. El pasado ya no me protege. No me tranquiliza. Ya no hay respuestas en el pasado. Antes siempre las había, pero hoy no las hay. A mí me destruye el futuro, no el pasado.
  • Marlik Mariaudje citiraoprije 2 godine
    De manera que, como quien dice, robé la puerta de mi propia casa.
  • Marlik Mariaudje citiraoprije 2 godine
    Una vida ha quedado atrás. Y para otra ya no me quedan fuerzas.
  • Marlik Mariaudje citiraoprije 2 godine
    Nos hemos mezclado todos, llevamos muchas sangres mezcladas. En el pasaporte tengo a los hijos inscritos como rusos; pero nosotros no somos rusos. ¡Somos soviéticos! Aunque el país en el que yo nací ya no existe.
  • Marlik Mariaudje citiraoprije 2 godine
    Pero ¿quiénes éramos en realidad? ¿Qué hacíamos? Me gustaría saberlo. Leerlo en alguna parte. Y eso que yo mismo estuve allí.
  • Marlik Mariaudje citiraoprije 2 godine
    Al regresar del «Afgán» sabía que había sobrevivido. Pero en Chernóbil era del todo al revés: eso te mataría justo cuando ya hubieras regresado a casa.

    He regresado. Pero resulta que todo acaba justo de comenzar.
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