caso de los laudemios es sin duda el más interesante, por un lado porque estaba muy extendido, hasta tal punto que en muchas provincias el laudemio se había convertido en el principal modo de remuneración de los terratenientes, y por otro porque ilustra perfectamente el enredo extremo entre los antiguos derechos soberanos (ilegítimos en manos señoriales, a ojos de los revolucionarios) y los nuevos derechos sobre la propiedad (considerados legítimos).