Pero si quieres que tus deseos no se vean frustrados, eso depende de ti. Ejercita por lo tanto aquello que está bajo tu control. Tendrá poder sobre los demás quien puede dar lo que otros desean y quitar lo que otros aborrecen. Por lo tanto, quien quiera ser libre, deberá acostumbrarse a no tener deseo ni aversión alguna de todo lo que depende del poder ajeno.