—Creo que si los muertos nos acompañan no es para atormentarnos, sacudir las cortinas al amanecer o cambiar las cosas de sitio: creo que los que mueren nos acompañan siempre, pero no caminan detrás de nosotros con intención de atemorizarnos. —Ellis se lleva la mano al pecho, justo sobre el corazón—. Creo que los muertos nos acompañan siempre, pero aquí.