El nuevo presidente de la FIFA se convirtió en estrecho aliado de Putin en el 2019, inclusive el presidente Infantino recibió la “Medalla rusa de la amistad”, un obsequio reservado para amigos leales, incapaces de volver a hablar de los informes sobre sobornos en el proceso de licitación de la sede, corrupción y trato abusivo a los trabajadores migrantes de Corea del Norte.