Horacio Fazio

necesidades son las mismas para todos y de ahí que son comparables, pese a lo sostenido –como vimos– por la teoría económica convencional desde una perspectiva individualista exacerbada.

que no puede admitirse es que ese vacío existencial –por llamarlo de alguna manera– se llene con una compulsión al consumo innecesario que insume recursos escasos de la naturaleza afectando al ambiente y

al clima que disponemos hoy y al que dispondrán las generaciones que nos sigan.

CAPÍTULO 14

Clase consumidora mundial: modus vivendi y cambio climático

analizamos la distribución de la riqueza desde el punto de vista patrimonial se comprueba que en 2017 solo 8 personas con

concentraban un patrimonio equivalente a 3.200 millones de personas, esto es, la mitad de la población mundial. (

consideran las emisiones de CO2 que provoca el consumo de todos los bienes y servicios disponibles al interior de los países, sean producidos internamente o importados de otros países.

crecimiento de la población mundial por supuesto que no es absolutamente neutral a una biosfera limitada, pero nada neutral es la incidencia ambiental de las pautas de consumo de una proporción minoritaria de la población mundial.

ejemplo, la contracara del consumo de carnes rojas es que alrededor del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero se originan en la ganadería, apenas por debajo de las emisiones producidas por el uso de coches y aviones.

Estados Unidos ha arribado a sus actuales niveles de consumo gracias al haber sido el principal emisor histórico de gases de efecto invernadero.