Víctor Lapuente se refiere a los auges populistas en El retorno de los chamanes6. Contrapone la figura del «chamán» a la de la «exploradora». El chamán seduce y encandila con promesas de grandes políticas y transformaciones radicales al tiempo que se dedica a desacreditar a sus oponentes y señalar culpables de la deplorable situación en que nos encontramos. La exploradora, en cambio, va paso a paso, responde a problemas concretos con propuestas tentativas que son corregidas cuando se comprueba que no funcionan. El chamán, de izquierdas o de derechas, con sus grandes expectativas, paraliza la sociedad. La exploradora, con expectativas menores y más pragmáticas, hace que la sociedad avance. A juicio de Lapuente, que ilustra su teoría con numerosos ejemplos, los países nórdicos europeos tienden a servirse de políticas exploratorias, no dependientes de grandes principios y verdades, sino destinadas a resolver problemas concretos. El sur de Europa, por el contrario, se caracteriza por escuchar a los chamanes y seducir con expresiones consagradas: «postulados socialdemócratas», «tentación neoliberal», «modelo educativo», «identidad local», «democracia cercana».