Postrado sin saber bien dónde ni por qué, Malone espera su muerte, como a fin de cuentas solemos esperarla todos, chantándose historias y tratando de hacer un inventario de sus pertenencias. Si la trilogía de Becket puede verse como una épica de la desintegración, Malone muere es la pieza bisagra, una comedia inquietante, única en si misma.
Matías Battistón
Moriría hoy mismo si quisiera, bastaría con hacer un pequeño esfuerzo, si pudiera querer, si pudiera esforzarme. Pero lo mismo da dejarme morir, sin apresurar las cosas. Algo debe haber cambiado. No quiero seguir pesando en la balanza, ni de un lado ni del otro. Seré neutro e intente. Me resultará fácil. Samuel Beckett