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Eduardo A. Sacheri

La Pregunta De Sus Ojos

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  • Ana Saenzje citiralaprije 3 mjeseca
    Pero el boludo que quiere ascender suma dos dificultades: por empezar se siente pletórico de energías, lleno de entusiasmo, desbordante de iniciativas. Energías, entusiasmo e iniciativas que le brotan como un manantial, y que desea exhibir sin tapujos frente a sus superiores, para que ellos adviertan por fin que tienen entre sus manos un diamante desperdiciado en un cargo inferior al de sus merecimientos morales e intelectuales.
  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOje citiraoprošle godine
    extendió sobre el cuerpo de la chica con gestos veloces y certeros. Supuse que el médico viviría solo, o que su mujer lo obligaba a tenderse la cama.
  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOje citiraoprošle godine
    Le separó levemente las piernas con ademanes delicados, como si la mujer pudiera aún sentir y padecer esas acciones. Tanteó sobre la cama y tiró del maletín para volcarlo hacia su lado. Extrajo una especie de cánula y un tubo de ensayo.
  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOje citiraoprošle godine
    El médico pericial no creyó necesario seguir conversando. Se puso a trabajar revisando e
  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOje citiraoprošle godine
    No había que ser demasiado inteligente para saber que allí yacía el cadáver. Algunos en silencio, otros lanzando comentarios en voz alta para demostrar su hombría ante la muerte, pero todos con los ojos clavados en el piso.
  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOje citiraoprošle godine
    Nunca entendí del todo a los que se amontonan alrededor del tren detenido para espiar entre las ruedas y los rieles el cuerpo destrozado de la víctima y el trabajo sangriento de los bomberos.
  • b1593655535je citiraoprije 2 godine
    Calculé que en total los policías debían superar la veintena, y volvió a desagradarme ese placer morboso que muchos encuentran en la contemplación de la tragedia.
  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOje citiraoprije 4 godine
    Había titubeado un poco al mirarla a los ojos, porque esa chica miraba al fondo de los ojos de uno, y era como si le embocara una pedrada certera en las propias órbitas con sus iris negrísimos.
  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOje citiraoprije 4 godine
    —Es la palabra más puta que conozco —Morales volvió a arrancar, pero no me sonó a que eso fuese una conversación, sino un monólogo íntimo al que le ponía voz por pura distracción—. «Te quiero, pero…»; «podría ser, pero…»; «no es grave, pero…»; «lo intenté, pero…». ¿Se da cuenta? Una palabra de mierda que sirve para dinamitar lo que era, o lo que podría haber sido, pero no es.
  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOje citiraoprije 4 godine
    Sicora armaba sus hipótesis desde el living de su casa, encajándole el sambenito de homicida al primer perejil que se le ponía a tiro.
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