La dependienta

El mundo normal es un lugar muy exigente donde los cuerpos extraños son eliminados en silencio.

Si no puedes seguir el ritmo de los demás, estás perdido.

El mundo normal es un lugar muy exigente donde los cuerpos extraños son eliminados en silencio. Las personas inmaduras son expulsadas.

Hay dos tipos de discriminadores: los que albergan un auténtico impulso o deseo de discriminar y los que se limitan a disparar a diestro y siniestro términos discriminatorios que han oído en alguna parte.

La gente se cree con derecho a escarbar en aquello que considera raro hasta dar con una explicación.

—Me he dado cuenta. Antes que humana, soy dependienta. Aunque como humana sea defectuosa, aunque pueda morir de hambre si no tengo dinero para comer, no puedo evitarlo: todas las células de mi cuerpo existen para la tienda.

—Huy, perdona. Nunca he tenido animales en casa, y esto es como tener una mascota.

Miré el pequeño cuchillo que había utilizado para cortar la tarta: si de lo que se trataba era de tranquilizarlo, no sería tan difícil.

La tienda disponía de un manual impecable y me desenvolvía muy bien como dependienta, pero no tenía ni idea de cómo ser una persona normal en un lugar sin manual de instrucciones.

Yo había cumplido treinta y seis años y ya llevaba dieciocho trabajando allí.