Guillermina Martinez Telloje citiralaprije 11 dana
Dos meses no tengo la sangre, y cuando no tengo la sangre tengo gitanitos
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Mi hombre fue y me robó la sangre y en su lugar me puso los gitanitos
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, al menos he podido sacarle algo al rata ese, pensó la gitana,
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Meto, que entre «Los blancos monasterios» y «Ojos negros» podía colarte sin que te dieras cuenta algo de Vivaldi, aún a riesgo de llevarse una bofetada o, al menos, de quedarse sin monedas tras pasar la gorra.
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Trufka era su nombre. Que si pasaba por allí le dijese: tu hijo está bien, toca muy bien el violín, gana dinero y es respetado.
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los dos transformaron sobre la marcha a Vivaldi en «Ojos negros». Una transición extraordinaria
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Media hora después, se dio la vuelta y se marchó. Se sentía terriblemente envejecido, apenas podía mover las piernas.
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Entonces ella se levantó y dijo que tenía que marcharse. Él le cogió la maleta y echaron a andar. Antes de pasar por el control de pasaportes, ella se dio la vuelta y le dio un beso muy largo. Como si fuera la última vez, pensó él, y eso que nunca había habido una primera.
Guillermina Martinez Telloje citiralaprije 13 dana
acordonaban la zona a la espera de la explosión.
Alicia Sandovalje citiralaprije 20 dana
Debemos aceptar que, a veces, las personas sencillamente no llegan a encontrarse.