Debimos ser felices

Tres relaciones que las siento tan cercanas

Lidiar con la depresión no es solo para quien la vive en carne propia, sino que es una batalla indirecta y a ciegas para quienes están cerca de la persona y este libro lo demuestra. Puede tener muchas caras, matices, signos, pero al final es avasallante para los que la enfrentan.

lo ame.

Solía aterrarme la maternidad porque qué tal y era una madre deprimida. Ya no estoy deprimida y cada vez me reconcilio un poco más con ese temor.