La poética de la ensoñación

Conviene a la imagen poética lo que Federico Schlegel decía del lenguaje: es “una creación de un solo impulso”.[

Un autor cuyo nombre no recuerdo decía que la punta de la pluma era un órgano del cerebro. Y es verdad: cuando mi pluma escupe no estoy pensando correctamente. ¿Quién me devolverá la buena tinta de mi vida escolar?

La ensoñación que queremos estudiar es la ensoñación poética, una ensoñación que la poesía lleva hacia la buena inclinación, la que una conciencia que crece puede seguir. Esta ensoñación es una ensoñación que se escribe o que, al menos, promete escribirse.

una conciencia que desvaría ya no es una conciencia. La ensoñación nos lleva por el mal declive, por el declive que desciende.

una conciencia que desvaría ya no es una conciencia. La ensoñación nos lleva por el mal declive, por el declive que desciende.

En el presente ensayo, sólo estudiaremos este acto en el dominio del lenguaje, más precisamente, en el lenguaje poético,

Siguiendo “la pendiente de la ensoñación” —una pendiente que siempre desciende— la conciencia se distiende y se dispersa y por consiguiente se oscurece.

Siguiendo “la pendiente de la ensoñación” —una pendiente que siempre desciende— la conciencia se distiende y se dispersa y por consiguiente se oscurece.

Se diría que la imagen poética, en su novedad, abre un futuro del lenguaje

La poesía es uno de los destinos de la palabra.