Buenos hábitos

Para intentar convertir una rutina en un hábito, sigue los siguientes pasos.

Define tus intenciones

Ser capaces de renunciar a los beneficios inmediatos para alcanzar objetivos mayores en el futuro se consider

una habilidad emocional clave.

A diferencia de los hábitos, las rutinas son molestas y requieren un esfuerzo decidido. Levantarse ­temprano para correr cada mañana o meditar 10 minutos cada noche, por ejemplo, son rituales que —al principio— cuesta mantener. Los hábitos, en cambio, están tan arraigados en nuestra vida cotidiana que resulta extraño no hacerlos.

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preguntar a sus participantes cómo afrontaban el burnout laboral crónico y agudo, el 91 % afirmó que mostrar empatía les permitía dejar de centrarse en sí mismos y conectar con otras personas a un nivel mucho más profundo. Otros investigadores están de acuerdo:

Un segundo te brinda la oportunidad de mejorar tu forma de decidir y de dirigir, tu forma de comprometerte y de liderar.

ritmo de trabajo acelerado que caracteriza a los líderes de hoy en día los hace más reactivos y menos proactivos.

En segundo lugar, esta práctica te permite comunicarte y colaborar de forma más eficaz. Si tienes anotado en

En tercer lugar, te proporciona un registro exhaustivo de lo que has hecho.