La cuestión es que, aunque tengamos total libertad para imaginar todo tipo de hamiltonianos disparatados, los sistemas del mundo físico real no son tan arbitrarios. Los objetos tienen su propia energía cinética, e interactúan con otros objetos a través de la energía potencial, que depende de lo cerca que estén.
Esta es la razón por la que las posiciones son diferentes de los momentos, y por ende la razón también de que pensemos que vivimos en un espacio de posiciones y no en un espacio de momentos. En los hamiltonianos del mundo real, la posición es la variable en la que las interacciones son locales.