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Stefan Zweig

El mundo de ayer

El mundo de ayer es Viena y Europa antes de 1914, donde Stefan Zweig creció y conoció sus primeros éxitos como escritor, leído con pasión. Por aquel mundo viajó y estrechó amistad con Freud y Verhaeren, Rilke y Valéry… En ese lugar estable, a pesar de las tensiones nacionalistas, la libertad de pensamiento conservaba todas sus prerrogativas. ¿Es este un libro nostálgico? Ciertamente. El escritor exiliado que redacta estos “recuerdos de un europeo” ha visto, y nos cuenta, el formidable desperdicio de un momento histórico, el desplome de los tronos, el cambio de ideas y, por lo tanto, el aplastamiento de una civilización bajo el impulso irresistible del hitlerismo…
Lleno de anécdotas, de encanto y de colores, de dramas también, este cuadro de un periodo notable de la historia de Europa resume el sentido de una vida, de un compromiso de escritor, de un ideal. Es uno de los textos más conmovedores y esenciales para ayudarnos a comprender el siglo pasado.
653 tiskane stranice
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2021
Godina izdanja
2021

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Citati

  • Adal Cortezje citiraoprije 11 sati
    Mas desde entonces he aprendido a no celebrar una representación con expectativas antes de que verdaderamente se alce el telón. Claro que los ensayos comenzaron a concretarse, uno tras otro, y mis amigos me aseguraban que Matkowsky nunca había estado más grandioso y viril que cuando recitaba mis versos en dichas pruebas. Yo ya había reservado un coche cama a Berlín cuando me llegó un telegrama de último momento: “Postergación por enfermedad de Matkowsky”. Lo tomé como una excusa, como es habitual en el mundo del teatro si no se puede cumplir con un compromiso o con una promesa. Pero ocho días después los periódicos informaban sobre la muerte de Matkowsky. Mis versos habían sido los últimos pronunciados por sus labios maravillosos y elocuentes.
    Se acabó, me dije.
  • Adal Cortezje citiraojučer
    Cuando visité a Verhaeren al día siguiente, me saludó con una sonrisa maliciosa. “Sí que tuviste una singular aventura en París”, me dijo, bromeando. “En primer lugar, no sabía que eras un muchacho tan acaudalado.” Al principio no entendí a qué se refería. Me alcanzó el periódico, y he aquí que había un enorme reporte sobre los incidentes del día anterior, solo que apenas si podía reconocer yo los hechos concretos en una expresión tan romantizada.
  • Adal Cortezje citiraojučer
    En esa hora se me había revelado el eterno misterio de toda gran creación, y de hecho de todo logro terrenal: la concentración, la síntesis de todas las fuerzas, de todos los sentidos, el éxtasis, el salirse del mundo propio de todo artista. Había aprendido algo para el resto de mi vida.

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