Mariana siempre escribe desde la sensación es, algo angustioso reflexivo, es un placer escuchar sus historias tanto como leerlas
Fantásticos relatos. El terror está en lo cotidiano.
Estos cuentos de Mariana Enríquez son crudos, siniestros y adictivos!
Escuché el audiolibro pero ahora sin duda lo leeré porque bien vale la pena adentrarse con mayor detalle en su literatura.
Están muy bien escritos y habitan muy a menudo en la argentina, lo cual hace que nos adentremos en esas tierras sureñas.
Muy recomendable!
Gran narración, suspenso, terror, horror y esperanza en cada historia, es hermoso este libro. Recomendado.
Perturbadoras historias que te envuelven por su narración
Es una lectura diferente a lo que acostumbro a leer pero me gustó mucho por lo mismo.
Me pude imaginar muy bien cada historia, escenario, situación descrita/narrada.
Algunos cuentos mejores que otros, todos explotan al final, quedandote un buen rato pensando y ordenando las ideas y pensamientos, tratando de ordenar las emociones de terror en su mayoría.
Supe de este libro cuando leí una columna de Carlos Pardo para El País, no me enorgullezco de ello porque hubiera preferido saber de ella por medio de una mujer, afortunadamente, para hablar de este libro puedes leer a #MujeresQueLeen, a Nerea Luray en “La Nave Invisible”, e incluso encontré un interesantísimo artículo de Laura A. Sánchez titulado “RESISTENCIA Y LIBERTAD: UNA LECTURA DE "LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO" DE MARIANA ENRÍQUEZ DESDE LAS PERSPECTIVAS DE FOUCAULT Y DE BEAUVOIR”. Tardé dos años en leerlo, y afortunadamente, el libro supo esperar su momento adecuado para llegar a mí, porque la literatura de terror es espantosa, sí, pero también es un gran pretexto para explorar nuestra realidad, para cuestionarla a partir de la culpa, y para reflexionar sobre temas tan vigentes como la historia personal o el patriarcado.
Son once relatos que te sumergen en una atmosfera caótica, porque algo que hace increíblemente bien Mariana es crear una atmósfera densa y lúgubre en un día común y corriente; por ejemplo, el relato de “El Chico sucio”, esta historia es la primera del libro y es muy estremecedora, y ni siquiera por un elemento sobrenatural, sino porque es totalmente posible y real, tanto, que este personaje firma parte de la escenografía diaria de muchísimas ciudades.
Otra historia que me gustó mucho fue “La casa de Adela”, que es la historia de una nena que le falta un brazo que se aventura en una casa que es algo más que una construcción, no digo más, porque odio quemar las historias ajenas. Volvamos a la “realidad” con “Verde rojo anaranjado” una historia que me hizo pensar en lo endeble que es la psique humana ante lo desconocido que se quiere encontrar y conocer, quien sabe que espera del otro lado y si eso termina consumiéndonos.
Este libro es un gran comienzo si no has leído a la autora, y es un gran revulsivo a la literatura de terror, es ordinaria y común y por ello es aún más terrorífica, un día a día convertido en una pesadilla sin siquiera darte cuenta, estás bien y de repente despiertas abatido, perturbado por sus historias, como las «mujeres ardientes», que protestan contra una forma extrema de violencia doméstica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las uñas y las pestañas, y otra que intenta ayudarla; los años de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo serán hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que solo tenía nueve años; una mezcla de sordidez y caos con un buen café con leche, uno bueno, no uno convertido en crema.
Este libro si resistirá la flama, ardera en la hoguera y será, como Silvinita, una preciosa flor de fuego.
Es muy buenoo
El audiolibro es una joya!