sino de entender los modos en que «varones» y «mujeres» se producen e insertan en patriarcados que cambian de forma en cada época y cada lugar. El título de mi libro está inspirado en Seeing like a State («Ver como el Estado») de James Scott, pero hay una diferencia crucial en el modo en que el verbo «ver» funciona en su caso y en el mío. Scott utiliza la metáfora de la vista para hablar de las maneras en que un Estado moderno hace legibles prácticas heterogéneas con el fin de controlarlas. Así, la «vista» del Estado está investida de un poder enorme, porque cuando el Estado «ve» una identidad está haciendo «real» esa identidad: al «ver», el Estado simultáneamente ordena la sociedad. Por el contrario, cuando alguien que es feminista «ve» desde la posición de marginalidad que ha decidido deliberadamente ocupar, esa mirada representa un gesto de subversión hacia el poder; desorganiza y desordena el marco establecido, se resiste a la homogeneización y abre múltiples posibilidades en lugar de cerrarlas