Señor cónsul —respondió Villa—, los mexicanos llevamos trescientos años aguantando a los españoles. No han cambiado de carácter desde la época de los conquistadores. Reventaron el imperio indio y esclavizaron al pueblo. No les pedimos que mezclaran su sangre con la nuestra. Los echamos dos veces de México y los dejamos volver con los mismos derechos que los mexicanos, pero ellos usaron esos derechos para robarnos la tierra, esclavizar al pueblo y tomar las armas contra la causa de la libertad. Apoyaron a Porfirio Díaz.