El territorio de la transparencia tal vez ya fue descubierto y explorado, pero en modo alguno está exhausto. La transparencia se extiende y adquiere nuevas formas porque evoluciona al ritmo vertiginoso de la época. El paso del tiempo, en lugar de esquilmarla, sólo consigue ampliar sus dominios. La reversibilidad o no de esta tendencia es algo que nos concierne, para oponernos o para sumergirnos de lleno en ella. Este libro es un ejemplo de ambas cosas. Encontrará el lector en sus páginas opacidades y resistencias, pero también, espero, la despreocupación del surfista que se desliza por el bucle de una enorme ola. Que esa ola pueda aplastarlo nunca fue obstáculo para el placer de quien la persigue; más bien todo lo contrario.