Fiedrich A. Hayek

Camino a la servidumbre es un libro político más que económico. Sostiene que las distintas formas del socialismo, desde el marxismo hasta el nacionalsocialismo de Adolf Hitler, están destinadas a coartar las libertades individuales, porque limitan las iniciativas de las personas para privilegiar las decisiones del gobierno.

Hayek rechaza la idea de tantos idealistas de que el socialismo puede preservar las libertades individuales. Argumenta que, por su propia naturaleza, el socialismo destruye la libertad. Apunta a una realidad que muchos intelectuales se han negado a aceptar, pero que es confirmada por la historia: el socialismo se trasmuta con una enorme facilidad en fascismo.

Es importante observar que este abandono del liberalismo, ya sea que se manifieste como socialismo en su forma más radical, o simplemente como “organización” o “planificación”, se perfeccionó en Alemania durante el último cuarto del siglo xix y el primero del xx. Alemania dio pasos tan avanzados en la teoría y práctica del socialismo que en 1944 la propia Rusia tomó las cosas donde Alemania las dejó. Los alemanes, mucho antes del advenimiento del nazismo, se habían empeñado en una lucha contra el liberalismo y la democracia, contra el capitalismo y el individualismo.