Amy Lea

Lamento arruinar esto para ti, pero la adultez es solo un ciclo interminable de quehaceres, obligaciones, buscar en internet cómo arreglar cosas y gastar dinero en cosas que odias. Como esponjas y detergente para platos.

—¿Tan insoportable como tú?

—No, pero al menos podemos ser insoportables juntos

Mi punto es que paso la mitad del tiempo fingiendo saber lo que hago, y la otra mitad intento ignorar todos mis problemas, a la espera de que desaparezcan. Spoiler: no lo hacen. Y ni siquiera me hagas hablar de tu cuerpo. Un minuto estás devorando bolsas de papas y al siguiente estás necesitando laxantes y usando una almohadilla térmica en la espalda.

Estoy demasiado ocupada para enfrentar el rechazo esta semana —me quejo

Lo era. No hubo malentendidos. No hubo peleas. No hubo una razón real por la cual dejáramos de hablar. Supongo que tan solo terminamos viviendo vidas muy diferentes que ya no se conectaban.

No tengo la paciencia para explicarle las reglas del patriarcado

—¿Es algún tipo de truco? Porque tan solo no es... algo que harías.

Él levanta ambas cejas.

—Quizás hay mucho de mí que no sabes.

—Lo dudo

—¿Alguna vez te detuviste a pensar que quizás tenemos más en común de lo que piensas? —Hace una pausa, y me lanza una mirada intensa—. No, no lo hiciste. ¿Y por qué? Porque nunca te has molestado en conocerme

Por cómo se ven, es el tipo de amor en el cual él preferiría morir de una manera espantosa antes que pasar dos segundos sin ella

No permitiré que sus cerebros adolescentes poco desarrollados arruinen sus vidas adultas. Además, tal vez, ver a más personas que conocen ayude a despertar sus recuerdos.