Las pruebas son claras. Si los psicópatas pueden «captar» una situación, si se les ofrece algún tipo de recompensa, se entregan a la tarea, sin tener en cuenta el riesgo ni las posibles consecuencias negativas. No solo mantienen la compostura en presencia de amenazas o adversidades, sino que se convierten, a la sombra de tal presentimiento, en similares a un láser, en su capacidad de «hacer lo que es necesario»