. A veces los hombres sienten que tienen una responsabilidad didáctica hacia las mujeres. Yo, por mi parte, hace mucho que he dejado de ser víctima de las circunstancias. Cuando una viaja y le ha pasado de todo –robos, pérdidas de equipaje, estafas– desarrolla un olfato especial para saber cuándo hay aventura y cuándo hay peligro. El turismo en América Latina se parece a un cofre de baratijas vendidas a gritos por un charlatán. No se puede distinguir lo que vale la pena de lo que no.