Carl Jung leyó la novela «Ulises», de James Joyce, y después escribió un amargo ensayo sobre su experiencia con esta obra. Escribió, por una parte, un excéntrico análisis junguiano de la novela y, por otra, un panorama emocional de su experiencia como lector, del enfado y el desconcierto que le produjo su esforzada lectura de «Ulises». El homenaje de Jung a Joyce es oscuro, pero conmovedor: el psiquiatra que sienta a la obra en el diván, y la encuentra psicótica, esquizofrénica, loca y a pesar de esto, o quizá por esto, la da de alta, la envía de vuelta con sus lectores, certifica que lejos de ahogarse, puede nadar.