En 1962 la sociedad española empieza a evolucionar. El niño de El Peso de la Paja tiene ya veinte años y, como tantos jóvenes de su generación, rechaza la educación recibida bajo el franquismo y se lanza a conocer mundo. Vive con los beatnik americanos en París, se ve sumido en el torbellino de Chelsea dentro de lo que se dio en llamar el swinging London y conoce una serie de asombrosas experiencias relacionadas con su descubrimiento de la libertad. Este auténtico aprendizaje de la vida se centra en la búsqueda de la identidad sexual y la experiencia cultural, concretada, como siempre en Moix, en el cine y la literatura. Las innovaciones de un período histórico crucial, que abarca hasta el año 1966, constituyen un telón de fondo magníficamente descrito ante el cual va desfilando una pléyade de personajes que influyen poderosamente en la vida del autor y en el devenir de su época. Situada entre la novela iniciática y la picaresca, el libro es, por encima de todo, la desesperada búsqueda del amor absoluto.