—Habría sido bonito conocernos en otras circunstancias —respondió ella con una sonrisa melancólica.
—¿Por ejemplo? —preguntó él.
Era una conversación peligrosa, pero no podía evitarlo.
—Bueno, por ejemplo, si me hubieras oído cantar en uno de mis espectáculos. Y después te hubieras acercado para charlar, y puede que para tomar algo y bailar.