Amando A Nuestros Hijos A Proposito

No está interesado en que le obedezcamos cuando está presente el castigador, para después ignorarlo cuando pensamos que nadie está mirando.

David describió la manera en la que se relaciona con nosotros cuando dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmo 32:8).

Aunque no es ningún secreto que la familia como institución está en crisis, también es bien sabido que la restauración de la misma es una de las prioridades de Dios. Eso significa que el Cielo está apostando por nuestro éxito.

mando A Nuestros Hijos A Propósito
Conectando De Corazón A Corazón
Danny Silk

En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor

Copyright © 2011 by Danny Silk

Red Arrow Media

1780 California Street

Redding, CA 96001

Todos los derechos reservados. Este libro está protegido por la Ley de Patentes de los Estados Unidos de América. Este libro no se puede copiar ni reimprimir con fines de lucro. Se permite y fomenta la utilización de breves citas o la copia esporádica de alguna página para uso personal o para estudio en grupo. Se concederá permiso cuando así se solicite. A no ser que se especifique otra cosa, las citas bíblicas están tomadas de la antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602), revisión de 1960.

ISBN: 978-1-62652-779-9

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ISBN: 978-1-62652-779-9

que todo esto suena maravilloso e idealista, pero es la verdad. Es la verdad absoluta y tenemos que creerla porque si no lo hacemos se verá en nuestras acciones

in la libertad para rechazarlo, no tenemos el poder para escogerlo.

Dios es un Dios de libertad, no un Dios de control. II Corintios 3:17 declara, “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (énfasis añadido). Le importa tanto la libertad que estuvo dispuesto a sacrificar a Su Hijo para restaurar la libertad que habíamos perdido a causa del pecado (Gálatas 5:1).