Memorias de un árbol

¿Por qué renunciar a todo por apegarme demasiado a una norma de crecimiento norte-sur?

envidiaba, los abedules y los alisos, crecían tan rápido, casi como si tuvieran prisa, para aprovechar al máximo su corta existencia

Quizá no fuera tan maternal y dulce como ella, pero me temo que la dulzura es un lujo del que más vale olvidarse cuando se ostenta el poder.

el miedo se puede y se debe controlar, porque sino siempre serás desgraciada

El mundo necesita científicos en sintonía con múltiples realidades, conscientes de que el hombre está inserto en su entorno y sus tradiciones.

«Namque in eo spes est, unde est ardoris origo, restingui quo que posse ab eodem corpore flammam» («Pues aquí vemos la esperanza de que se apague el fuego partiendo del mismo cuerpo que fue el origen del ardor, algo que según la naturaleza es imposible» )

Incluso los humanos, de vez en cuando, son capaces de ir más allá de la cópula y hacer el amor. Piensa de nuevo en esta expresión tan altisonante: hacer, crear el amor, ni más ni menos. Pura belleza.

Mi tejo anhela ese mismo abrazo, ese mismo afecto tangible, dado que se siente respetada, pero no querida. ¡Blasfemia!, puede exclamar alguien. El tejo, el Árbol Sagrado, el Árbol del Conocimiento, ¿enredado en deseos mundanales? Pero ¿quién es más hija de la tierra que la propia tejo?

¿Qué me importa la tierra y la casa? ¿Qué más me da el dinero? Prefiero un beso de los labios del gitano. ¡Me voy con el gitano desarrapado!

Vivimos en un mundo tremendamente contaminado por la avaricia, la codicia, y es reanimador saber que existieron, y puede que aún existan, mujeres que renunciarán a todo por amor a un romance apasionado. En el meollo de esta canción vemos un gran idealismo, ese mismo idealismo que inspira a las naturalezas indomables.

Creced y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla: y señoread sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todo ser que se mueve sobre la tierra. (Génesis 1:28)

Este pasaje inflamó la naturaleza predadora del ser humano.