Cuando llegó la pandemia de COVID-19, en 2020, el turismo, la primera industria del país, fue eliminado. La pandemia también puso a prueba el robusto sistema sanitario de Cuba, que se vio sometido a una presión mayor por las sanciones mientras surgían casos de la variante delta y la única planta de oxígeno del país se declaraba no operativa por su incapacidad para importar piezas de repuesto. Washington se negó a hacer excepciones incluso cuando los pacientes cubanos luchaban por respirar, y solo ofreció vacunas elaboradas en Estados Unidos después de que la mayoría de los cubanos ya se hubieran vacunado con versiones desarrolladas en el país. Además del bloqueo económico, los desastres naturales, como el huracán Ian de 2022, causaron más de mil millones de dólares en daños y dejaron a más de cien mil familias sin hogar.