Sociología y género

“terrorismo íntimo”. Este patrón —a diferencia del que llama “violencia situacional de pareja”— se caracteriza por tener como propósito el control y disciplinamiento de la mujer, a fin de obligarla a cumplir con los mandatos que el modelo tradicional asigna al género femenino (servicio al esposo y a los hijos, fidelidad, abnegación, etcétera).

El acceso a la justicia es uno de los indicadores más importantes del reconocimiento social en nuestras sociedades; y no está garantizado de igual manera para todos los individuos y grupos, más allá de la existencia de leyes y de discursos sobre derechos universales

entendemos la agencia no tanto como la libertad individual necesaria para tomar decisiones autónomas —aunque el concepto la contiene— sino, más bien, como la capacidad de negociar dentro de relaciones de poder y de estructuras de dominación determinadas

prácticas cotidianas y develar las creencias compartidas por muchas personas; asimismo, la perspectiva de género no se limita a reflejar propiedades interiorizadas por los hombres y las mujeres, sino que permite afinar y matizar el abordaje de identificaciones colectivas e individuales que no coinciden forzosamente con las características de los grupos de hombres y mujeres.