Sed

Cuando la gente habla por hablar, ni siquiera finjo estar escuchando.

–¿En qué estás pensando? –pregunta mi madre.

–En José.

–¿Por qué lo llamas así?

–Ya lo sabes

Siempre supe que me condenarían a muerte. La ventaja de esta certeza es que pude centrar mi atención en lo que la merece: los detalles

Todos probaban el nuevo vino con la mirada que se espera en las ceremonias religiosas. Reprimí unas ganas colosales de reír. Así que mi padre había considerado adecuado que descubriera aquel poder en un momento en que faltaba el vino. ¡Menudo humor! ¿Y cómo desaprobarlo? ¿Acaso existe algo más importante que el vino? Llevaba el tiempo suficiente siendo hombre para saber que la alegría no mana de una fuente y que el mejor de los vinos suele ser el único medio de encontrarla.

Concéntrate», piensas. Esto significa «reúne tu presencia».

¿Cuántas veces estamos en un lugar sin estar realmente presentes? No siempre sabemos a qué se debe.

todo el amor del mundo nunca se expresa mejor que a través de

Juan 4, 14: «Mas el que bebiere agua que yo le daré, no tendrá sed jamás.» Por qué mi discípulo preferido profiere semejante despropósito. El amor de Dios es el agua que nunca sacia.

todas las palabras que he pronunciado estando en la cruz, es con mucho la más importante, de hecho es la única que cuenta. Al abandonar la infancia aprendemos a no saciar el hambre en cuanto aparece. Nadie aprende a diferir el momento de apagar la se

Es la prueba de que estoy salvado: sí, en el grado de dolor que he alcanzado, todavía puedo hallar la felicidad en un sorbo de agua. Mi fe está definitivamente intacta.

un error, una monstruosidad, pero seguirá siendo una de las historias más conmovedoras de todos los tiempos. La llamarán la Pasión de Cristo.