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Mia Couto

El balcón del Frangipani

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  • Luis Héctor Inclán Cienfuegosje citiraoprije 2 mjeseca
    Aquí es donde los dioses vienen a rezar.
  • Luis Héctor Inclán Cienfuegosje citiraoprije 2 mjeseca
    Ambos éramos criaturas amamantadas con neblina
  • Luis Héctor Inclán Cienfuegosje citiraoprije 2 mjeseca
    Viendo la lluvia escurriendo por enero, me preguntaba: ¿cómo sabemos que este olor es de la tierra y no del cielo?
  • Luis Héctor Inclán Cienfuegosje citiraoprije 2 mjeseca
    Después me echaban tierra con la suavidad de quien viste a un hijo. No usaban palas, sólo las manos. Paraban cuando la arena me llegaba a los ojos. Entonces, enterraban a mi alrededor palos de acacias. Todo con posibilidad de ser flor. Y para convocar a la lluvia me cubrían de tierra mojada. Así yo me aprendía: un vivo pisa el suelo, un muerto es pisado por el suelo.
  • Luis Héctor Inclán Cienfuegosje citiraoprije 2 mjeseca
    Volver a fallecer? ¡Si no fue fácil dejar la vida la primera vez!
  • Luis Héctor Inclán Cienfuegosje citiraoprije 2 mjeseca
    —Tú, Ermelindo, tú debes remorir
  • Luis Héctor Inclán Cienfuegosje citiraoprije 3 mjeseca
    los difuntos definitivos, con derecho a ser llamados y amados por los vivos
  • Violeta Vaal Rodríguezje citiralaprije 4 godine
    Y ahora déjeme solo, inspector. Me cuesta traer recuerdos. Porque la memoria me llega rasgada, en pedazos desencontrados. Yo quiero la paz de pertenecer a un sólo lugar, yo quiero la tranquilidad de no dividir los recuerdos. Ser todo de una vida. Y así tener la seguridad de que muero de una sola y única vez. Me cuesta ir cumpliendo tantas pequeñas muertes, ésas que sólo nosotros notamos, en la íntima oscuridad de nosotros. Déjeme, inspector, que me acabo de morir un poquito
  • Violeta Vaal Rodríguezje citiralaprije 4 godine
    Y ahora déjeme solo, inspector. Me cuesta traer recuerdos. Porque la memoria me llega rasgada, en pedazos desencontrados. Yo quiero la paz de pertenecer a un sólo lugar, yo quiero la tranquilidad de no dividir los recuerdos. Ser todo de una vida. Y así tener la seguridad de que muero de una sola y única vez. Me cuesta ir cumpliendo tantas pequeñas muertes, ésas que sólo nosotros notamos, en la íntima oscuridad de nosotros. Déjeme, inspector, que me acabo de morir un poquito.
  • Mou Farije citiraoprije 4 godine
    Un xipoco, en cuerpo reconocido, no puede tocar a un vivo. De lo contrario, provoca la muerte.
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