Escuchame una cosa

Incluso aquellas personas que creen no conectar con la música, no podrían disfrutar de sus series y películas favoritas sin la construcción sonora que poseen

La música debe sonar para estar viva. De otro modo, solo son ideas en la mente.

¿Qué será eso que nos atrae de la música? ¿Mero placer de los sentidos?

¿Por dónde empiezo?

Sugiero comenzar con obras breves. Del Renacimiento podés escuchar obras para Laud de Dowland (TRACK 52). En el período Barroco animarte a algún Concierto de Branderburgo (TRACK 53), firmado J.S. Bach. Al llegar al Clasicismo encarar las sonatas de Mozart (TRACK 54), cuartetos de Haydn (TRACK 55) y para prepararse al siguiente paso Sonatas y sinfonías de Beethoven (TRACK 56). Del romanticismo: preludios, valses de Chopin (TRACK 57). Acto seguido podés poner un pie en el siglo XX con Debussy (TRACK 58). Si aún seguís con ganas de explorar, saltá de lleno al siglo XX con Schöenberg, Berg (TRACK 59) y su fiesta de disonancias (más adelante exploraremos en especial la música académica del siglo XX) .

Para recordarnos cotidianamente la idea de desapego y presente es recomendable tomarse 5 minutos al día en silencio: Sin música, ni celular. Solo sentarse. Escuchar la respiración y dejar que la pantalla de pensamientos siga su curso. Sin involucrarse en lo que la mente ponga ante nosotros. Solo observar. Sin juicio. Sin opinión. Sin preferencias.