Escribe para indagar en ti, lo que te pasa, lo que sientes, lo que deseas.
Escribe lo que te ocurre, para reflexionar y encontrar una solución o, al menos, una salida.
Escribe los pensamientos negativos, para que pierdan fuerza y puedas distanciarlos de ti.
Escribe sobre lo que te hace daño y también sobre lo que no te hace daño.
Escribe sobre cosas con las que sueñas.
Escribe como si fueras un compendio o una cantera de alegrías, de tristezas, de conciertos y desconciertos, de pasiones y tormentos.