pigmentos a causa de la humedad, el mal manejo o la exposición, en el de Dickinson fulguran todavía el amarillo, el rojo, el granate y se ven aún los visos en fuga de un rosa muy pertinaz, que no quiere perecer. El herbario de Linneo, con todo y ser más antiguo que el de Dickinson, y a despecho de su importancia científica, es un homenaje deslucido a los colore