Desde hace treinta años, tanto la izquierda como la derecha defienden un sistema que promueve la uniformidad, lo indiferenciado, la masificación. Yo no creo en el igualitarismo que hace que el triunfo de otro se convierta en una ofensa insoportable. Al mismo tiempo, la izquierda y la derecha han creado derechos sin contenido, derechos a crédito, dando a entender que era el sentido del nuevo progreso