Los desposeídos

Dicen que no hay nada nuevo bajo el sol. Pero si cada vida no es nueva, cada vida individual, entonces ¿para qué nacemos?

Primero construían los caminos, y luego las casas.

Sabían que el anarquismo era para ellos el producto de una civilización muy desarrollada, de una cultura y diversificación compleja, de una economía estable y una tecnología altamente industrializada, capaz de mantener un elevado nivel de producción y distribuir con rapidez los bienes de consumo. Por muy vastas que fuesen las distancias que había entre las colonias, todas se consideraban partes de un complejo organismo.

Pero tan inevitablemente como el futuro se convierte en pasado, el pasado se convierte en futuro.

La idea, por su naturaleza misma, necesita ser comunicada: escrita, explicada, realizada. Como la hierba, la idea busca la luz, ama las multitudes, las cruzas la enriquecen, crece más vigorosa cuando se la pisa.

Oiie le preguntó si había visto el trabajo sobre la Teoría de la Relatividad de un físico extramundano, un tal Ainsetain de Terra.

Puedes volver al punto de partida, postula la Teoría Temporal General, siempre y cuando comprendas que el punto de partida es un lugar en el que nunca has estado.

—Es por los críos —dijo—. El hecho de tener bebés. Las convierte a todas en propietarias.

Tu naturaleza está en ser Tirin, y la mía está en ser Shevek, y nuestra naturaleza común es la de ser odonianos, mutuamente responsables. Y en esta responsabilidad se funda nuestra libertad. Eludir la responsabilidad equivaldría a dejar de ser libres. ¿Te gustaría de veras vivir en una sociedad en la que no hubiera ninguna responsabilidad, ninguna libertad, ninguna opción, a no ser la falsa opción de la obediencia a la ley, o la desobediencia seguida del castigo? ¿Querrías realmente vivir en una cárcel

En las playas de Tius, a setecientos kilómetros de distancia, en la nación de A-Io (y entonces habían aparecido los ombligos enjoyados), las mujeres reservadas para la satisfacción sexual de los miembros masculinos de la clase propietaria (usaban las palabras ióticas, porque en právico no había equivalentes de los dos vocablos) descansan todo el día hasta que gentes de la clase desposeída les sirven la cena.