Verity. La sombra de un engaño

Tiene que ser desconcertante enamorarse de las palabras de una escritora antes de conocer a la persona en carne y hueso. A algunos lectores les cuesta separar al personaje de quien lo ha creado.

No lamento haber escrito esa falsa autobiografía, porque mi única intención era ayudar a otros autores.

Encuentra lo que amas y deja que te mate.

Aprendí muy pronto que los seres humanos no estamos hechos de una sola cosa. Somos dos partes, que componen el todo.
Tenemos una conciencia, que incluye la mente, el alma y todos los elementos intangibles.
Y tenemos un físico, que es la máquina imprescindible para la supervivencia de nuestra conciencia.
Si destrozas la máquina, te mueres. Si descuidas la máquina, también te mueres. Si crees que la conciencia puede sobrevivir a la máquina, te mueres poco después de descubrir tu error.

Yo necesitaba a Jeremy para mantener mi alma viva. Antes de conocerlo, estaba hambrienta y marchita, pero su presencia se convirtió en mi alimento. A veces sentía que no podía funcionar si no estaba con él.

Obsesionada con su risa, su polla, su boca, su habilidad, sus historias, sus manos, su confianza en sí mismo, su gentileza y una nueva e intensa necesidad de complacerlo.

Era como si hubiera pasado toda la vida de pie al borde de un abismo y finalmente, tras conocer a Jeremy, sintiera la confianza necesaria para saltar. Porque —por primera vez en mi vida— estaba segura de que no iba a tocar tierra. Iba a seguir flotando.

—Es la palabra que designa el olor de la lluvia en el aire después de una larga sequía.

Pero he sentido algo similar: un momento fugaz de particular intensidad, que me ha demostrado que es posible conectar con una persona en un plano más profundo.

Lo que escribes es importante para mí, Lowen.