Continuando lo expuesto en el Tomo 3 de la Colección José Kentenich, una presentación de su pensamiento en textos, editado por el P. Herbert King, en el presente Tomo 4 se enfoca nuevamente el tema del organismo. Este Tomo 4 junto con el Tomo 3, constituye una especie de “volumen doble”. El presente Tomo contiene el verdadero núcleo de la «filosofía” kentenijiana del «pensar, amar y vivir orgánicos”, tal como fuera fundamentada en los tomos 1 al 3.
El concepto “vida” reviste capital importancia en la teoría kentenijiana del organismo. Con él se alude a la vida existente en el ser humano en el plano biológico, en el plano del alma, de la mente y del mundo sobrenatural, así como también a la vida existente que el hombre ha encontrado y modificado en su entorno. Sin embargo, la totalidad de la vida se expresa focalizadamente en la vida del alma y en las formas que ésta genera. Se trata pues de una visión de la realidad entendida sobre todo también desde la psicología.
En la medida en que la vida ya no siga sus propias leyes, leyes que operan de manera natural como lo ha sido tradicionalmente, éstas tienen que ser aprehendidas y orientadas conscientemente por la razón y la voluntad. Ahora bien, esto presupone un modo de pensar capaz de estar a la altura de la vida, también desde lo intelectual. Aquí se ubica pues el término kentenijiano clave de «pensar orgánico» y la consiguiente tarea de unir idea y vida.
El pensar orgánico que une idea y vida, propuesto por el P. Kentenich, cobra particular relevancia en el ámbito religioso. Porque, justamente en este ámbito, se precisa una forma de pensar capaz de comprender la vida (religiosa). Y es necesario además desenmascarar y combatir un pensar que no sea capaz de ello. En tal sentido, para el P. Kentenich, la vida mariana constituyó siempre un importante campo de observación. A menudo esta temática aparece en él ligada al término «psicología de las causas segundas».