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Christopher Paolini

Eragon

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  • Agustina Gonzálezje citiraoprošle godine
    Mientras desplegaban las mantas, Saphira comentó con satisfacción:

    Cada vez somos más poderosos, Eragon, tanto tú como yo. Pronto no habrá nadie que pueda interponerse en nuestro camino.

    Sí, pero ¿cuál es nuestro camino?

    El que queramos —respondió Saphira con petulancia mientras se acomodaba para pasar la noche.
  • Agustina Gonzálezje citiraoprošle godine
    Por razones obvias —repuso Brom, después de llenar la pipa de nuevo—. Para empezar, no soy un Jinete, lo que significa que, incluso en tus momentos más débiles, eres más fuerte que yo. Y además, ya no soy joven ni tan fuerte como antes, y cada vez que hago uso de la magia, más difícil me resulta.
  • Agustina Gonzálezje citiraoprošle godine
    . Al ver a Eragon, lo miró fijamente y le preguntó: ¿Seguro que no estás herido?

    No, por lo menos por fuera... del resto no estoy muy seguro.

    Tendría que haber llegado antes.

    No te culpes. Hoy todos hemos cometido errores. El mío fue no estar más cerca de ti.

    Eragon percibió la gratitud de la dragona por el comentario.
  • Agustina Gonzálezje citiraoprošle godine
    No —la tranquilizó el muchacho mientras colocaba a Brom de espaldas.

    ¿Quién ha hecho esto? ¡Los haré pedazos! —aulló.

    No hace falta; ya están muertos —respondió Eragon señalando con cansancio el callejón.

    ¿Los has matado tú?

    Saphira parecía sorprendida.

    Más o menos —asintió Eragon.

    En pocas palabras le explicó lo sucedido mientras buscaba en las alforjas las telas con las que estaba envuelta Zar'roc.

    Te has hecho mayor —comentó Saphira, muy seria.
  • Agustina Gonzálezje citiraoprošle godine
    Un grito de rabia le resonó en la cabeza: Saphira bajó en picado del cielo y aterrizó con violencia delante de él manteniendo las alas semiabiertas. Bufaba enojada, tenía ojos de furia y daba coletazos.

    ¿Estás herido? —le preguntó.

    La ira bullía en la voz de la dragona.
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    Eragon, jadeando, se apoyó contra la dragona.

    ¿Estás bien?

    Notaba que Saphira temblaba.

    Ella tardó un rato en contestar.

    Sí… sí, creo que sí. —Parecía conmocionada—. No me he roto ningún hueso... No podía hacer nada, el viento no me dejaba. Me sentía tan indefensa...

    Y se quedó callada temblando todavía.

    Tranquila, ya estás a salvo —la calmó mirándola preocupado.
  • Agustina Gonzálezje citiraoprošle godine
    ¿Qué te pasa? —le preguntó Eragon, irritado.

    Nada —respondió ella—, me divierte ver a un mozuelo como tú derrotado por un viejo.
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    ¿Qué te pasa? —le preguntó Eragon, irritado.

    Nada —respondió ella—, me divierte ver a un mozuelo como tú derrotado por un viejo.
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    Haré lo que me dices —dijo Saphira con tristeza—. Pero no tardes demasiado.

    Se separaron de mala gana.
  • Agustina Gonzálezje citiraoprošle godine
    ¿Saphira? —preguntó ansioso.

    Sí, sordo como una tapia —le respondió tras una pausa.

    Eragon sintió un alivio enorme.

    ¿Dónde estás?

    La dragona le transmitió la imagen de un bosquecillo.
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