«rando la tradición teórico-crítica, la filosofía de Nancy Fraser no se puede entender sin su estrecha cercanía con las luchas emancipatorias del presente, cuyas agendas, procesos, avances y retrocesos ha ido sometiendo a riguroso análisis crítico. Comprometida con la suerte de esas luchas, que se libran tanto en el plano económico-social como en el simbólico-cultural y desde esferas públicas contrahegemónicas que resisten a las formas más persistentes de opresión y subordinación social, nos ofrece una lectura de las mismas a través de una magistral combinación de elementos de la teoría social, la filosofía moral y la teoría política. El resultado es una perspectiva normativa que comienza reconociendo que, hoy más que nunca, la lucha contra la injusticia necesita compaginar las demandas de una adecuada redistribución, con aquellas de un apropiado reconocimiento y una efectiva participación política. El resultado es una perspectiva socialista y feminista de la justicia.
Los capítulos que recoge este volumen se ocupan de dilucidar esa perspectiva. Examinan sus fuentes, contornos y potencialidades. Ponen en evidencia las tomas de distancia y las apropiaciones que la autora ha ido haciendo de teóricos tan disímiles como John Rawls, Max Weber, Jürgen Habermas, Michel Foucault o Pierre Bourdieu; y la forma como ella se relaciona con el marxismo clásico, con la vieja Escuela de Frankfurt, con el postestructuralismo francés, con las diferentes olas del movimiento feminista y con sucesivas agendas de lucha contra la explotación, el racismo, el colonialismo y, en general, la opresión social. Van mostrando cómo el pensamiento fraseriano se ha ido abriendo camino en sucesivos debates con Iris Marion Young, Judith Butler, Axel Honneth y Rahel Jaeggi. Examinando todo eso, logran establecer los contornos precisos de esta perspectiva normativa, sus condiciones de posibilidad y su posible extrapolación política allende su contexto de origen.
Lo que en conjunto este ejercicio colectivo termina mostrando es que la filosofía de Nancy Fraser es un pensamiento vivo y en constante dinamismo; un renovado ejercicio intelectual que, como ella misma lo dice, parafraseando al Marx de las Tesis sobre Feuerbach, trata de entender al mundo y, al tiempo, de cambiarlo.