Pensé que podía dejarte ir,
que podías irte y
el tiempo que pasamos juntos se desvanecería,
pero paso más frío que la cama en la que yacimos.
Vete, si quieres, aguantaré.
Niégalo cuanto quieras, no desistiré.
Cariño, te lo prometo.
¿Pensaste que te dejaría ir?
Eso no sucederá jamás, lo sabes.
Tómate tu tiempo, esperaré.
Lamentando cada palabra que dije.