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Rafaela Lahore

Debimos ser felices

  • Christy Guerreroje citiralaprije 3 godine
    Mi madre, a los 17, creyó por primera vez que vivir no valía la pena
  • Fernanda Briseñoje citiralaprije 3 godine
    El pasado es un pozo en el que suelo asomarme a veces, pero a vos te hizo caer
  • reading girlsje citiralaprije 3 mjeseca
    La muerte es tener moscas sobre la cara.

    Con los años, nos van subiendo por el cuerpo. En la última mitad de la vida, se nos posan sobre las piernas en los días de verano y, de a poco, sin que nos demos cuenta, nos van trepando, hasta que terminan limpiándose las patas sobre nuestros pómulos o nuestra frente.
  • Agustina Chavezje citiraojučer
    Mi abuela le había encargado cuidar a Amantino, porque durante la mañana había dicho:

    Hoy me mato.

    Mi madre, de ocho años, lo persiguió por el comedor, lo vigiló a la altura de su cintura, estuvo detrás de él cuando entró al galpón del fondo, sacó una cuerda de entre las herramientas, caminó hasta un árbol y la enganchó a la rama. Entonces mi madre apretó la mano de sus hermanos y con la vista fija en su padre, empezó a aullar:

    ¡Mamá, mamá, mamá!
  • Agustina Chavezje citiraojučer
    Antes de que yo naciera, mi madre ya había escrito una nota de suicidio.
  • Isabella Roldán Uje citiraoprije 10 dana
    El pasado es un pozo en el que suelo asomarme a veces, pero a vos te hizo caer, como cayó el cuerpo de Amantino, como el benteveo, como si se pudiera estar siempre cayendo.
  • Isabella Roldán Uje citiraoprije 11 dana
    Nunca vi a mi abuela con los ojos abiertos bajo el agua. Nunca vi que entrara en un salón de noche, radiante, con zapatos nuevos y un broche en el pelo. Nunca la vi sin su alianza en el dedo que yo hubiera querido que se sacara. La vi untando mi pan con margarina, arreglándome el pelo, cosiéndome la ropa, acariciándome. La vi temblando. Calculando la temperatura de la leche. Pensando que el mundo era un lugar peor: creyendo que era real la trama de las series policiales que siempre veía. La escuché antes de dormir, pidiendo por mí en susurros. Pronunciando en portugués el nombre de ciertas frutas. Repitiendo con la misma lástima el nombre de sus hijos muertos. La vi, más tarde, con los ojos fijos mirándome la boca, tratando de entender qué le decía. Y ya al final, confundiéndose, llamándome por otros nombres, escupiendo toda el agua que tragaba.
  • Isabella Roldán Uje citiraoprije 11 dana
    La noche borra el agua bajo mis pies. Yo también estoy borrada.
  • Isabella Roldán Uje citiraoprije 11 dana
    Durante sus peores momentos, trataba de darle ánimos. Ella quería convencerme de que la felicidad no era tan sencilla, de que me engañaba, pero yo le pedía —le exigía— que se esforzara. Le daba a entender que era débil. Un día, en el pasillo de casa, cuando aún vivíamos juntas, me dijo:

    Tal vez debería morirme como se murió tu tío, para que vos entendieras.
  • Isabella Roldán Uje citiraoprije 11 dana
    Con los ojos entreabiertos, mi madre tantea los blísters sobre la mesa de luz. Tapada hasta el cuello, se pregunta para qué levantarse, para qué avanzar hacia un futuro que no le sirve. Traga un par de pastillas con un buche de agua, aunque sabe que no sirven del todo, porque no logran apagar el recuerdo de las voces de Amantino, de Braulio, de Ernesto, de su madre. A veces escucha tantas voces, pero nadie vivo le habla.
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