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Álex Mírez

Perfectos mentirosos

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LIBR8185032
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387 tiskanih stranica
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Dojmovi

  • Alejandra Alfonsoje podijelio/la dojamprije 3 godine

    Yo solo sé, que mi bb Adrik no merecía lo de los extras

  • b7871105335je podijelio/la dojamprije 3 godine
    👍Vrijedna čitanja

    EL FINAAAL

  • key…⁠ᘛ⁠⁐̤⁠ᕐ⁠ᐷje podijelio/la dojamprije 10 mjeseci
    👍Vrijedna čitanja
    🚀Čita se u jednom dahu

    Odié a Aegan, a veces Jude caía mal, era muy tonta para no hacer las cosas bien y se creía valiente; amé a Adrik por decir sus verdades. Pero así es el mundo, así es la sociedad. Tengo que leer el segundo libro para saber que pasa después, saber las verdades.
    Me gustó la historia, la narración no casi porque a veces hacía referencia a otras cosas y me daba cringe jaja, hubo un poco de humor, pero también odio. 4.5/5⭐

Citati

  • Jeaneje citiraoprije 3 godine
    —No, según los registros nacionales, la verdadera Jude Derry murió hace cuatro años. Por eso quiero saber quién eres tú en realidad
  • Mia Saldiasje citiraoprije 3 godine
    Mi voz fue lo único que se escuchó:

    —Escalera real de color.

    Una mano invencible. Un as, un rey, una reina, una jota y un diez. Todos por el culo de Aegan Cash, y sin lubricante.
  • Lilen Altamiranoje citiraoprije 19 dana
    Volví a la sala.

    —Ahora sí —anuncié.

    Aegan casi ladeó la cabeza y volvió a hacerme un repaso, tratando de encontrar lo que me había cambiado de mi atuendo. Me aproximé a él y fruncí el ceño. En ese instante se me ocurrió una idea para hacer más divertida la noche: le seguiría su falso jueguecito a mi sarcástico modo.

    —¿Hay algún problema? —pregunté con falsa incredulidad.

    Aegan entornó los ojos, pero luego relajó la expresión.

    —No, vamos.

    Artie, que había permanecido en estado de shock todo el rato, me siguió cuando salí primero. Comenzamos a bajar las escaleras varios pasos por delante. Con disimulo, se me acercó y me preguntó entre dientes:

    —¿Qué estás haciendo? ¿Qué está pasando?

    —Solo sígueme la corriente —le respondí en un susurro.

    Aegan quería una cita, ¿no?

    Mi respuesta mental era:

    «Acepto, y nos conoceremos, Aegan, de verdad».

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