Vestirse bien, más que un arte o un lujo, es una necesidad de la mujer que quiere verse y sentirse atractiva. Elegir las piezas indicadas requiere dedicación, tiempo y autoconocimiento; además, es un ejercicio que no está libre del efecto prueba y error. Porque nadie nace vistiendo bien. Ésta es una habilidad aprendida. Para obtenerla, no basta mirar revistas o visitar las tiendas de moda y soñar. Es necesario empezar por el principio básico: mirarse en el espejo objetivamente