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Laura Ponce

Cosmografía profunda

  • Las hojas de la nocheje citiralaprije 2 godine
    Ahí le quitarían todo lo que era, todo lo que hubiera podido ser. Pero qué otras opciones había en nuestra patria ocupada: estudiar era peligroso, siempre estaría bajo sospecha, y una mujer joven, una que no había recibido una gran educación, que no era rica y a la que sus padres no podían enviar al extranjero, no tenía mucho de dónde elegir. Ella crecía rápidamente y, cuanto más tiempo pasara, menos posibilidades tendría de ingresar. Yo sabía que en los campos sólo aceptaban “mentes frescas”. Ella entraba en la adolescencia, estaba en la edad justa; después de los dieciocho sólo la tomarían para tareas de limpieza. Si ingresaba ahora, hasta podría hacer carrera en las nuevas Fuerzas de Seguridad.
  • Las hojas de la nocheje citiralaprije 2 godine
    —Seguro todavía podés recordar cómo eran las cosas en un principio. No pasó tanto tiempo
  • Las hojas de la nocheje citiralaprije 2 godine
    Sólo recuerdo un zumbido, y que mi mente se sumergió en un torbellino de colores confusos, extraños, que perdí toda noción de espacio y de tiempo, que me quedé sin aire y tuve miedo, un miedo repentino y primordial
  • Las hojas de la nocheje citiralaprije 2 godine
    Ambos sabemos que lo nuestro no ha terminado, pero, por esta noche, nos podemos despedir.
  • Las hojas de la nocheje citiralaprije 2 godine
    Lo ideal era encontrar gente que no extrañara ni fuera extrañada por nadie en ninguna parte, que no tuviera intereses específicos más que en su propia persona y que estos tampoco fueran excesivos, que soportara bien el aislamiento y los espacios reducidos, y que no tuviera problemas para relacionarse con una IA
  • Las hojas de la nocheje citiralaprije 2 godine
    tripulante en una nave como La Lealtad era una especie de muerte social, era irse sabiendo que se abandonaba todo, porque viajar durante diez años significaba estar fuera de lo que la Estructura consideraba la corriente normal del tiempo a lo largo de, más o menos, unos doscientos veinte años.
  • Las hojas de la nocheje citiralaprije 2 godine
    Sabía que además de serlo en la que había construido con Simón, ella era también la cabeza de otra familia, una que cada día se hacía más grande y fuerte, que se extendía y cambiaba, adaptándose a Rognar, ajustándose a cada resquicio, del mismo modo que Rognar lo había hecho en sus cuerpos. Era como si ahora ella y los demás simbiontes fueran una comunidad de pequeños organismos instalándose en un cuerpo inmenso, asociándose con él en una relación de mutuo beneficio. Esa era una idea que Zary encontraba agradable.
  • Las hojas de la nocheje citiralaprije 2 godine
    Últimamente notaba que lo que había sido sólo una sensación, una sombra en su mente, se iba perfilando cada vez con mayor claridad y fuerza. Era como un instinto nuevo que comenzaba a manifestarse. Un deseo profundo y secreto convirtiéndose en una necesidad. La necesidad de salir al mundo que había más allá de la estación y explorarlo. Con cada día que pasaba, el afuera lucía más tentador y el domo, más asfixiante.
  • Las hojas de la nocheje citiralaprije 2 godine
    Tenés que saber que sos respetada, tus esfuerzos no pasan desapercibidos, tu trabajo es apreciado, algunos te admiran por las cosas que fuiste capaz de hacer —mencionó con un leve temblor en la voz—. Pero muchos piensan que sos más de lo que crees que sos
  • Las hojas de la nocheje citiralaprije 2 godine
    Esa energía nueva que le había traído el cambio no había disminuido, la animaba cada vez con más fuerza y parecía que simplemente a veces no necesitaba dormir. Además, le gustaba caminar de noche, sentía que vagar por aquellas calles le daba perspectiva
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