La sociedad de la nieve

Siempre me digo que mi gloria fue haber tenido semejantes amigos en la montaña, y muchos de los mejores son los que no volvieron, chicos que lucharon igual que nosotros o más, y entregaron su intuición, su instinto, su inteligencia, su valor.

el verdadero milagro es que, al vivir tanto tiempo esquivando a la muerte, rozándola siempre, aprendimos de la forma más poderosa lo que significa estar vivo.

mi lucha por salir de allí fue mi lucha por llegar a ellas.

me volqué hacia mi interior en busca de una explicación, o de una salida

cada uno es hijo de sus obras, las buenas y las malas, y no es el fruto de las acciones de sus padres.

Si dices me muero, te mueres, porque te vas a morir de adentro hacia fuera. La otra opción es sentirte acompañado y vivir.

Éramos los últimos, después no quedaba nada, ni nadie, porque los traía conmigo.

No hay balas para matarse, porque acá la única opción es la vida, pelear por la vida ignorando el resultado.

-Sólo la imprudencia nos salvará la vida

vislumbró que el límite recién aparecería cuando se muriera. Hasta entonces, no habría fondo. Y si no se moría, no habría límite.